Esta bebida se asocia con beneficios digestivos, como la reducción de gases e hinchazón, así como propiedades antioxidantes
antiinflamatorias y diuréticas. Se recomienda consumirlo con moderación, no excediendo dos tazas al día, y consultar a un profesional de la salud antes de su consumo regular, especialmente durante el embarazo o si se toman anticoagulantes.
Beneficios del té de laurel
Salud digestiva: Ayuda a aliviar la indigestión, los gases, la acidez y la pesadez estomacal.
Propiedades antioxidantes: Combate los radicales libres, lo que ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro.
Efecto antiinflamatorio: Puede ayudar a reducir la inflamación y las molestias musculares o articulares.
Mejora la sensibilidad a la insulina: Contribuye a la regulación del azúcar en la sangre.
Apoya el sistema inmunológico: Fortalece las defensas del cuerpo y aumenta la resistencia a infecciones.
Efecto diurético: Promueve la eliminación de toxinas a través del aumento de la producción de orina.
Cómo preparar el té de laurel
Hervir el agua: Lleva a ebullición aproximadamente 240 ml de agua.
Añadir el laurel: Retira el agua del fuego y añade 2 o 3 hojas secas de laurel.
Dejar reposar: Tapa la taza y deja que la infusión repose durante 5 a 10 minutos.
Colar y servir: Cuela las hojas y sirve la infusión. Puedes añadir miel o limón al gusto.
Precauciones
Moderación:
No se recomienda consumir más de dos tazas al día, ya que grandes cantidades pueden causar somnolencia, náuseas o molestias gástricas.
Contraindicaciones:
No se aconseja su consumo durante el embarazo, la lactancia, o en casos de enfermedades hepáticas graves o el uso de anticoagulantes.
Consulta médica:
Es importante consultar con un profesional de la salud antes de incorporarlo de forma regular a tu dieta, especialmente si tienes alguna condición de salud preexistente.
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