ingredientes con leche, preferiblemente de origen vegetal como la de almendras o avena para una mejor digestión, se obtiene una bebida rica en nutrientes sinérgicos. La leche aporta proteínas de alta calidad, necesarias para la reparación de tejidos, y vitamina A, fundamental para la renovación celular.
La preparación de este batido es sencilla: se licúan un puñado de semillas de maní sin sal, dos ciruelas sin hueso previamente remojadas y una taza de leche hasta obtener una mezcla homogénea. Consumirlo regularmente como parte de un desayuno equilibrado puede mejorar visiblemente la hidratación, textura y luminosidad de la piel.
Es importante recalcar que los beneficios de este batido se potencian cuando forma parte de un estilo de vida saludable que incluve una alimentación balanceada, hidratación adecuada, protección solar y sueño reparador. Si bien no es la fuente de la juventud eterna, sí representa un valioso complemento nutricional para quienes buscan mantener una apariencia fresca y vital de manera natural









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