Sabías que existe una planta que los abuelos en India llaman “el árbol que nunca muere” y que ahora está conquistando las cocinas mexicanas por su sabor y sus poderes casi mágicos para la salud? Hablamos de la moringa, la hoja verde que está revolucionando la forma en que comemos y nos cuidamos. ¡Prepárate, porque lo que vas a leer puede cambiar tu vida y la de tu familia

En los mercados de Oaxaca, Mérida y hasta en el tianguis de la CDMX ya se escucha: “¡Llévele su moringa fresca, pa’ la diabetes, pa’ los huesos, pa’ todo!”. Y no es exageración. Esta planta originaria del norte de India lleva siglos siendo usada en la medicina ayurvédica, pero ahora la ciencia moderna confirma lo que las abuelas ya sabían: la moringa es un verdadero súper alimento que ayuda con más de 40 padecimientos diferentes

Contiene 7 veces más vitamina C que la naranja, 4 veces más calcio que la leche, 4 veces más vitamina A que la zanahoria y 3 veces más potasio que el plátano. ¡Es como si la naturaleza hubiera puesto todo lo bueno en una sola hoja
Olvídate de las recetas aburridas! Aquí te traemos la versión bien mexicana de la sopa de moringa que sabe a casa, pero te carga de energía y salud
1 manojo grande de hojas frescas de moringa (como 2 tazas bien llenitas, lávalas bien y quítales los tallitos duros)
1 cebolla blanca grande, finamente picada
3 dientes de ajo (porque en México el ajo nunca sobra)
2 zanahorias grandes cortadas en cubitos
2 papas medianas peladas y en cuadritos
1 jitomate rojo bien maduro, picado
1 chile serrano (opcional, pa’l saborcito)
4-5 tazas de caldo de pollo casero o de verduras
1 cucharada de aceite de oliva o de aguacate
Sal de mar y pimienta negra recién molida
Opcional pero delicioso: trocitos de pollo deshebrado, champiñones o un puñito de flor de calabaza

Calienta el aceite en tu olla favorita y sofríe la cebolla con el ajo hasta que huelan delicioso y se pongan transparentes

Combate la anemia: tiene más hierro que las espinacas y se absorbe mejor con vitamina C.

Desinflama el cuerpo: ideal para artritis, rodillas que duelen o inflamación crónica.

Fortalece los huesos: más calcio que un vaso de leche, perfecto para mujeres después de los 40.

Mejora la digestión: adiós estreñimiento, hola vientre feliz gracias a su fibra.

Sube las defensas: con más vitamina C que 7 naranjas, es tu escudo contra gripas y virus.

Da energía sin café: combate la fatiga crónica y te despierta mejor que un red bull.

Ayuda a bajar de peso: acelera el metabolismo y controla los antojos.

Cuida la piel y el cabello: los antioxidantes mantienen la piel joven y el pelo fuerte.

Cómo Consumirla Todos los Días (Tips Bien Mexicanos)

En licuados verdes con nopales, piña y apio
En quesadillas con queso Oaxaca y hojitas de moringa
En aguas frescas con limón y chía
Polvo de moringa en los frijoles de la olla (¡nadie se da cuenta y todos se nutren!)
En tamales oaxaqueños con hoja de moringa