Las contracturas musculares en el cuello son una molestia muy común que afecta a personas de todas las edades. Esta tensión, también conocida como tortícolis, suele aparecer por malas posturas, estrés emocional, movimientos bruscos o incluso por dormir en una posición inadecuada. El cuello es una estructura delicada que sostiene la cabeza y permite su movilidad, por lo que cualquier sobrecarga puede provocar rigidez, dolor y limitación en los movimientos.
¿Qué las provoca?
Entre las principales causas de las contracturas en el cuello se encuentran:
Dormir con almohadas inadecuadas (muy altas o muy bajas)
Permanecer mucho tiempo mirando hacia abajo, como al usar el celular
Estrés y ansiedad, que generan tensión muscular.
Cargar objetos pesados de forma incorrecta.
Exposición al frío directo en la zona del cuello.
Síntomas frecuentes
Ingredientes:
1 rodaja de jengibre fresco
½ cucharadita de cúrcuma en polvo
1 taza de agua
1 cucharadita de miel
Preparación:
Hierve el agua con el jengibre por 5 minutos. Apaga el fuego, añade la cúrcuma, deja reposar 2 minutos y endulza con miel.
Modo de uso:
Bebe 1 a 2 tazas al día mientras dure la molestia.
Consejos finales
Evita el frío directo en el cuello y cuida tu postura. Si el dolor persiste más de una semana o aparece con otros síntomas, consulta a un médico
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