1. Baño depurativo con vinagre de manzana
El vinagre de manzana posee propiedades antimicrobianas y su acidez ayuda a equilibrar el pH de la piel, creando un ambiente hostil para el desarrollo de hongos.
Ingredientes:
1 parte de vinagre de manzana (o vinagre blanco)
2 partes de agua tibia
(Opcional) 1 puñado de sal marina
Modo de uso:
Mezcla los ingredientes en un recipiente amplio y sumerge los pies durante 15 a 20 minutos. Este baño puede realizarse dos veces al día. Además de combatir los hongos, suaviza la piel y reduce el mal olor.
2. Exfoliación antifúngica con bicarbonato de sodio
El bicarbonato es un excelente regulador del pH y ayuda a neutralizar la acidez excesiva que los hongos aprovechan para proliferar. También tiene un efecto calmante sobre la picazón.
Ingredientes:
2 cucharadas de bicarbonato de sodio
Pocas gotas de agua
Modo de uso:
Forma una pasta espesa y frótala suavemente sobre las uñas y áreas afectadas. Deja actuar 10 a 15 minutos y enjuaga con agua tibia. Este paso ayuda a limpiar los residuos del vinagre y potencia su efecto.
3. Tratamiento intensivo con aceite de árbol de té
Rico en terpinen-4-ol, este aceite esencial es uno de los antimicóticos naturales más poderosos.
Modo de uso:
Aplica 1 a 2 gotas puras (o diluidas con aceite de coco) sobre las uñas afectadas y masajea suavemente. Repite dos veces al día.
Consejos finales:
Sécate muy bien los pies después de cada lavado, usa calcetines de algodón, evita compartir toallas o calzado y mantén la constancia diaria. En pocas semanas notarás uñas más claras, piel sana y libre de hongos.









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