Ingredientes:
1 raíz grande de jengibre fresco (aprox. 100-150g).
1 taza de aceite vehicular (aceite de coco fraccionado es ideal por su textura ligera y vida útil larga, o aceite de oliva virgen extra).
Opcional: 1 cucharadita de aceite esencial de jengibre puro para intensificar el efecto.
Preparación:
Limpieza y Secado: Lava y restriega bien la raíz de jengibre para eliminar cualquier residuo. Es crucial secarla completamente con papel de cocina; cualquier humedad puede hacer que el aceite se enrancie.
Preparación: Ralla el jengibre finamente, sin quitarle la piel. Una mayor superficie de contacto permite una mejor extracción de sus jugos y aceites esenciales.
Infusión: En un cazo pequeño, combina el jengibre rallado con el aceite vehicular. Calienta a fuego muy bajo (no debe llegar a humear o burbujear) durante 20-25 minutos. Remueve ocasionalmente. El objetivo es calentar, no freír.
Filtrado y Envasado: Retira del fuego y deja enfriar completamente. Vierte la mezcla sobre un colador fino forrado con una gasa sobre un frasco de vidrio limpio y seco. Exprime bien la pulpa para extraer hasta la última gota de aceite infusionado.
Almacenaje: Tapa herméticamente y guarda en un lugar fresco y oscuro. Su duración es de 1 a 2 meses.
Indicaciones para un Uso Adecuado y Seguro
Protocolo de Aplicación Tópica:
Para dolores musculares, artríticos o menstruales, masajea una pequeña cantidad de aceite (preferiblemente templado al baño María) en la zona afectada con movimientos circulares durante 5-10 minutos. Repite 2-3 veces al día según necesidad.
Para aliviar la congestión respiratoria, aplica en el pecho y la nuca antes de dormir.
Protocolo de Inhalación:
Para náuseas, estrés o fatiga mental, coloca 1-2 gotas del aceite en un pañuelo e inhala profundamente. Otra opción es añadir unas gotas a un bowl de agua caliente e inhalar el vapor con una toalla sobre la cabeza.
Precauciones Indispensables:
Prueba de Sensibilidad Cutánea: Siempre realiza una prueba en una pequeña zona de la piel (como el antebrazo) y espera 24 horas para descartar reacciones alérgicas antes de un uso más extenso.
Evitar Zonas Sensibles: Nunca apliques el aceite cerca de los ojos, mucosas o sobre piel dañada.
Embarazo y Niños: Las mujeres embarazadas, en periodo de lactancia y los niños pequeños deben consultar con un profesional de la salud antes de su uso.
No es un Sustituto Médico: Este remedio es un coadyuvante natural. Para condiciones crónicas o graves, la consulta médica es fundamental.
Integrar este sencillo aceite en tu rutina de autocuidado es reencontrarse con la sabiduría de la medicina casera, ofreciendo un alivio natural y accesible para las molestias cotidianas









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